Siendo la tipografía la disciplina que trata el diseño y combinación de los tipos de letra, la ortotipografía es el conjunto de reglas del correcto uso de la tipografía, puesto que especifica la forma en que esta debe aplicarse en obras impresas. Son instrucciones prácticas que guían al maquetador en la elección de las correctas opciones en función de las necesidades de la composición del texto. No existe una norma ortotipográfica específica, sino muchas.
Por lo tanto, se describen algunas normas comunes, teniendo en cuenta que no son únicas ni rígidas, sino que deben ser adaptados al estilo de la publicación y a los problemas concretos de la compaginación.
La letra capitular o letra capital es la letra que aparece al inicio de la obra, de un capítulo o de un párrafo y que tiene un tamaño mayor que las del resto del texto. Por lo general, abarca al menos tres líneas de texto. En ocasiones, cuando el ancho de línea es reducido, pueden ser solo dos. Se alinea en la misma línea de base del texto que le corresponda. Si abarca tres, se alineará con la tercera línea de base del texto.
La letra capitular se separará del párrafo que la contiene con un espacio mayor del establecido. El blanco así ocupará un espacio similar al de una línea blanca. Deben existir al menos cinco líneas de texto por debajo de la capitular. No se aplica sangrado de primera línea en ese párrafo con capitular.
El filete o subrayado puede dar problemas estéticos y de lectura en las letras que contienen astas descendentes, ya que las atravesará restando de esta forma legibilidad al texto. Por eso es conveniente revisar las características del texto antes de incluir estas opciones.
No existe una norma establecida para determinar el espaciado entre titulares y párrafos, es una opción visual donde lo que tenemos que buscar es el equilibrio entre ambos.
Las mayúsculas o versales, se utilizan en portadas de libros, rótulos, inscripciones, títulos de periódicos y revistas, al comienzo de los nombres propios, títulos, cargos políticos o ministeriales, nombres de instituciones, abreviaturas de tratamiento, etc. También se escriben en mayúscula las siglas. Las siglas no llevan espacios ni puntos, lo que las diferencia de las abreviaturas que siguen manteniendo puntos intermedios y el final. Hay que recordar que los días de la semana, los meses, las estaciones, las unidades de medida y los tratamientos específicos de cortesía no abreviados se escriben con minúscula.
La cursiva o itálica se suele utilizar en títulos de libros, en los pies de foto o de página, en las secciones de periódicos, etc. También se deben utilizar para marcar extranjerismos, palabras que no estén en el diccionario e invenciones de nuevo cuño.
Las versalitas se emplean para indicar los personajes en una obra de teatro, en los artículos referentes a leyes o estatutos y en la numeración de los siglos.
Los signos ortográficos se escriben junto a la palabra a la que afectan, sin mediar espacio blanco entre ellos, con la excepción de la pleca o raya. No se deben incluir signos ortográficos en titulares o líneas centradas independientes del resto del texto. Los signos simples (no dobles) deben adoptar la variable tipográfica (negrita, cursiva) de la palabra que les precede. En los signos dobles, en cambio, dependerá de si afectan o no a todo su contenido.
Los signos ortográficos más utilizados son:
- Los paréntesis: pueden usarse junto a otros signos de puntuación que normalmente se ubicarán fuera de los paréntesis, a no ser que la frase incluida dentro del paréntesis sea independiente en ese caso el punto se pondrá dentro y no fuera.
- La raya o pleca: se utiliza como sustituto del paréntesis en frases aclaratorias y para marcar diálogos.
- Guion: se utiliza para la separación y partición de palabras o bien para generar un vínculo entre dos nombres propios. No se deben incluir en un texto más de tres guiones de partición de palabras seguidos, ya que esto dificultará la lectura y no es estético en conjunto.
- Comillas: tienen como principales funciones destacar palabras y marcar las citas textuales. Existen tres tipos: bajas o latinas (« »), altas o inglesas (“ ”) y simples (‘ ’).
- Asterisco: se emplea para señalar que hay una nota de pie de página, para omitir una palabra dentro de un texto (por ser malsonante o tratarse de un nombre que se quiere dejar en el anonimato) y para señalar un fragmento o palabra agramatical.
- Apóstrofo: se utiliza para omitir fonemas, por ejemplo, en el caso de que el texto incluya leguaje dialectal o coloquial.
Otras normas que hay que tener en cuenta a la hora de elaborar un texto son las siguientes:
– Las palabras bisílabas no se separan.
– No se deja en otra línea la sílaba formada por las dos últimas letras de una palabra, tampoco se termina una línea con la primera sílaba de solo dos letras de una palabra.
– Las vocales no se separan, aun cuando no formen diptongo y sean, por tanto, dos sílabas diferentes.
– Se evitarán las divisiones que afecten al sentido de una frase.
– Al dividir una palabra con una consonante seguida de h, no se debe dividir entre una y otra *an-helo.
– No es conveniente que coincidan la misma palabra o la misma letra en dos o más líneas seguidas, sobre todo al principio o al final de la línea, pues genera ruido visual.
– Las abreviaturas no se dividen.
– No se debe dejar a final de línea preposiciones o conjunciones que consten de una sola letra, salvo en líneas muy cortas. Es muy incómodo en textos compuestos en bandera.
– No se deben partir cifras o cantidades.
– Las expresiones por ciento y por mil deben acompañar siempre a los números.
– Las notas a pie de página deben comenzar siempre en la misma página donde se encuentra la llamada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario