jueves, 9 de julio de 2020

Ortotipografía de la numeración y las voladitas.

Números en tipografías Clarendon
Números en tipografía Clarendon

Números arábigos.

Los números arábigos se emplean en la composición ordinaria para la numeración de párrafos y artículos, y para representar cantidades que expresan valores, pesos y medidas, tiempo, etc. Cuando los números encabezan los diversos párrafos de un artículo, lección, etc., se coloca la sangría correspondiente, a continuación el número, seguido de un punto, y detrás un espacio de un cuadratín. Luego sigue la composición.

Si los números preceden a las preguntas de un programa o cuestionario, o a los títulos de un sumario, se coloca el número 1 según la regla anterior; y entre pregunta y pregunta se pondrá una raya, el número seguido de punto y el espacio que en la justificación le corresponde.
Los números que expresan cantidades se consideran como palabras, y llevan antes y después el espacio correspondiente.
La población del mundo pasa de 4.670.000.000 de habitantes.
Las cantidades largas que terminan en ceros pueden, en caso de necesidad, escribirse parte con números, parte con letra.
El mundo tiene 4.670 millones de habitantes.
Las cantidades al fin de línea deben ponerse íntegras, sin que esté permitido llevar cifras a la línea siguiente. Si no cupiera por entero, se recorrerá la composición.
La misma regla se ha de tener en cuenta para las fechas, así en la frase «15 de septiembre» estaría mal terminar la línea con 15 y llevar el resto a la siguiente.


En modernas fuentes tipográficas de calidad y formato Open Type, es común encontrar dos clases de números: las números modernos o capitales, en los que las cifras tienen la misma altura que las mayúsculas; y los old style o numerales elzevirianos, que tienen la altura de las minúsculas y –como éstas– pueden tener trazos ascendentes y descentes.


Los números modernos, al tener todos la misma anchura y un espaciado regular o ser monoespaciados, son mucho más adecuados para componer tablas y hojas de cálculo, de forma que los caracteres quedan alineados entre ellos y con los símbolos que los acompañan. Como todos los números tienen el mismo ancho, no hay desequilibrio visual cuando intentamos alinearlos en tablas, ya que cada caracter ocupa el mismo espacio.


Los números elzevirianos también se conocen como de caja baja y, al igual que éstas, tienen trazos ascendentes y descendentes, lo que hace que se integren perfectamente en el texto. Por esta razón, son la mejor opción estilística en texto corrido.

Números romanos.

Los números romanos se emplean ordinariamente en la numeración de capítulos, lecciones, escenas teatrales, etc. Dichos números se consideran también como palabras y deben llevar a ambas partes el espacio correspondiente.
Según se explicó en el Capítulo IX, …

El ordinal primero o primera en capítulos, escenas, etc., se suele poner con todas sus letras y no con numeración romana. No se pone: Capítulo I, sino Capítulo Primero.
Los números romanos al fin de línea no deben separarse del nombre a que se juntan: Felipe-II, Capítulo-VIII.


Letras voladas o voladitas.

Llámanse letras voladas las del mismo cuerpo y menor tamaño de ojo que se colocan en la parte superior de las otras, y se usan en las abreviaturas, verbigracia: la de la abreviatura Vº Bº (visto bueno).

Para su colocación se pone la palabra, letra o número que indica la abreviatura, seguida de punto, y a continuación la letra volada.
Vd.ª, att.º, 1.º, 2ª


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